El proyecto Solar City se sitúa en la ciudad de Linz, en Austria. Dicho barrio se fundamenta en un proyecto de desarrollo urbano basado en los tres pilares de la sostenibilidad, crecimiento económico, equilibrio ecológico y progreso social. Quizás se trate del experimento de mayor superficie en construcción sostenible, fundamentándose en la promoción de métodos de construcción de bajo coste ecológico a nivel mundial.
Todo comenzó en 1992, cuando el urbanista austriaco Roland Rainer redactó un nuevo plan regional urbano para el barrio de Linz-Pichling y sus conexiones con las infraestructuras de la zona. Un año después, la Comunidad Europea y el consejo municipal dieron financiación al proyecto para la construcción de un nuevo asentamiento de bajo contenido energético.
Para el desarrollo de tal proyecto se crea READ group (Renewable Energy in Architecture and Design), formado por grandes personalidades como son, Norman Foster, Richard Rochers, Thomas Herzog, Norbert Kaiser y Renzo Piano, este último como consultor. La redacción del proyecto concluyó en 2004 y se empezó a construir, pocos meses después la “Solar City Linz” capaz de albergar unos 25.000 habitantes, convirtiéndose en un modelo de desarrollo urbano para el siglo XXI.
Los parámetros de sostenibilidad aplicados, concentran su atención en lograr la máxima densidad posible, mediante una gran flexibilidad tipológica, generando heterogeneidad social, estudiando atentamente las circulaciones, cerrando el centro al tráfico rodado y facilitando el peatonal o ciclista. Se estudian las orientaciones de la parcelas, para que todas y cada una de las viviendas aprovechen las mismas, incluyéndose invernaderos, terrazas, etc, adaptándose al clima. Se pretende que la ciudad se autoabastezca, siendo capaz de cogenerar la energía necesaria mediante instalaciones solares, convirtiendo el barrio en autónomo y redistribuyendo el superávit energético en la red urbana. Se prevé la participación activa de los futuros usuarios.
Las razones para centrarse en la construcción del ecobarrio fueron, la reacción hacia los drásticos cambios ecológicos por parte del alcalde de Linz, así como la gran demanda de vivienda asequible para trabajadores de rentas medias y bajas que existía en el momento, aproximadamente 12.000 buscaban apartamentos.
La estructura urbana se desarrolla en forma de extensa red de espacios públicos y verdes con diferentes funciones que conectan los diversos núcleos de gran atractivo donde se encuentran los edificios públicos. Así pues, se limita y controla la alta presión que el usuario podría ejercer sobre los bosques cercanos, pertenecientes al aluvión del rio Támesis, al mismo tiempo que se proporcionan atractivos espacios abiertos con una alto valor lúdico-recreativo.
Un elemento esencial de la arquitectura solar es la orientación del edificio en función de factores solares. En el SolarCity las distancias entre los edificios, así como sus alturas fueron seleccionados con el fin de permitir que la luz del sol penetre directamente en las habitaciones de las viviendas, incluso en los meses de invierno. La construcción de edificios con baja demanda energética se consigue mediante construcción compacta, y el aislamiento térmico óptimo. Todos los edificios de la SolarCity se calientan por medio de la red de calefacción urbana de LINZ.
También se dio un énfasis especial a la gestión del agua, como concepto sostenible y de respeto al medio ambiente. Se recupera el ciclo del agua natural de forma visible, mediante el drenaje, la vegetación y la recolección de la misma. Aparecen elementos como zanjas, acequias, lagunas, tubos etc, totalmente integrados en el diseño de los espacios verdes abiertos.
La mayoría de las plazas de aparcamiento se disponen en subterráneos situados debajo de las construcciones, quedando a pié de calle unas pocas plazas dedicadas a los visitantes. En la planificación de la red de carreteras y de rutas, la ciudad de Linz concede especial importancia al mantenimiento de las urbanizaciones tan libres de vehículos de motor como sea posible, con el fin de proteger el ambiente de la vivienda y los niños.
Estas medidas se fomentan mediante la prioridad de paso para el peatón y el ciclista, así como una fuerte política de transporte local. Esto se consigue mediante la ampliación de la línea número 2 de tranvía, conectando el nuevo distrito con la zona antigua de la ciudad. La ampliación del recorrido de la línea 104 de autobús, creándole paradas clave en los centros neurálgicos del barrio y mediante una conexión ferroviaria en la zona oeste, que conecta con el corredor transeuopeo París-Bratislavia.
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